El avivamiento wesleyano

Esta fe cristiana ha sido transmitida a los nazarenos a través de corrientes religiosas históricas, en particular por el avivamiento wesleyano del siglo XVIII. A principios de la década de 1730, surgió en Inglaterra el avivamiento evangélico más amplio, dirigido principalmente por Juan Wesley, su hermano Carlos y Jorge Whitefield, ministros de la Iglesia Anglicana. A través de sus vidas, muchos hombres y mujeres se alejaron del pecado y recibieron el poder para servir a Dios. Este movimiento se caracterizó por la predicación de laicos, el testimonio, la disciplina y la creación de círculos de discípulos vehementes; los grupos fueron llamados “sociedades”, “clases” y “bandas”. Visto como un movimiento espiritual, los antecedentes de ese avivamiento incluyeron el pietismo alemán tipificado por Philip Jacob Spener, el puritanismo inglés del siglo XVII y un despertamiento espiritual en la Nueva Inglaterra (Estados Unidos) descrito por el pastor-teólogo Jonathan Edwards.

La fase wesleyana del gran avivamiento se caracterizó por tres hitos teológicos: La regeneración por la gracia a través de la fe, la perfección cristiana o santificación por la gracia a través de la fe y el testimonio del Espíritu de la seguridad de la gracia. Una de las contribuciones distintivas de Juan Wesley fue su enseñanza sobre la entera santificación en esta vida, como provisión de la gracia de Dios para el cristiano. Los primeros esfuerzos misioneros del Metodismo Británico principiaron diseminando ese énfasis teológico por todo el mundo. En Estados Unidos, la Iglesia Metodista Episcopal fue organizada en 1784 y la declaración de su propósito fue “reformar el continente y diseminar la santidad bíblica por todas estas tierras”.

El movimiento de santidad del siglo XIX. En el siglo XIX, en el este de los Estados Unidos, hubo un despertamiento y renovado interés por la santidad bíblica, que se extendió por toda la nación. Timothy Merritt, ministro metodista y director fundador de la revista Guide to Christian Perfection, fue uno de los dirigentes del avivamiento de santidad. El personaje central del movimiento fue la señora Phoebe Palmer, de Nueva York, quien dirigía la Reunión de los Martes para la promoción de la santidad, en la cual obispos, educadores metodistas y otros ministros se unieron al grupo original de mujeres en la búsqueda de la santidad. Durante cuatro décadas, la señora Palmer promovió la fase metodista del movimiento de santidad hablando en público, escribiendo y como directora del influyente periódico Guide to Holiness.

El avivamiento de santidad trascendió los linderos del metodismo, Charles G. Finney y Asa Mahan, ambos de la Universidad de Oberlin, le dieron dirección al interés renovado en la santidad en círculos presbiterianos y congregacionales, y el predicador de avivamientos William Boardman hizo lo mismo. El evangelista bautista A. B. Earle se contó entre los líderes del movimiento de santidad dentro de su denominación. Hannah Whitall Smith, una popular evangelista de santidad de la iglesia cuáquera, publicó su libro El secreto de la vida cristiana feliz (1875), un texto clásico sobre la espiritualidad cristiana.

En 1867, los ministros metodistas John A. Wood, John Inskip y otros, empezaron en Vineland, New Jersey, el primero de unalarga serie de cultos campestres nacionales. También organizaron “The National Camp Meeting Association for the Promotion of Holiness” (Asociación nacional de cultos campestres para promover la santidad), que llegó a ser conocida como “National Holiness Association” (que ahora es la Asociación Cristiana de Santidad). Hasta los primeros años del siglo XX esa organización auspició reuniones campestres de santidad por todos los Estados Unidos. También se organizaron asociaciones de santidad locales y regionales, así como un grupo vigoroso de casas publicadoras que produjeron muchas revistas y libros.

El testimonio de la santidad cristiana desempeñó funciones de diversas magnitudes en la fundación de la Iglesia Metodista Wesleyana (1843), la Iglesia Metodista Libre (1860), y en Inglaterra, el Ejército de Salvación (1865). En la década de 1880 nacieron varias iglesias nuevas de santidad entre las que se cuentan la Iglesia de Dios (Anderson, Indiana) y la Iglesia de Dios (de Santidad). Otras tradiciones religiosas ya existentes también recibieron la influencia del movimiento de santidad incluyendo a ciertos grupos de Menonitas, Hermanos y Amigos, que aceptaron la posición wesleyana de santidad sobre la entera santificación. La Iglesia de los Hermanos en Cristo y la Alianza Evangélica de los Amigos son ejemplos de esta amalgama de tradiciones espirituales.

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